Un sistema policéntrico de gobernanza es una forma compleja de gobernanza con múltiples centros semiautónomos para la toma de decisiones, operando bajo un conjunto de reglas que actúan como un marco, permitiendo que los centros mencionados se tengan en cuenta entre sí en las relaciones competitivas y cooperativas, y que recurran a mecanismos de resolución de conflictos.
El estado de derecho significa que las personas tendrán la “confianza en y que cumplirán las reglas de la sociedad. Abarca el respeto de los ciudadanos y del estado por las instituciones que gobiernan sus interacciones” (Banco Mundial, 2006). Además, “El estado de derecho constituye la mayor fuente de riqueza del mundo” (Tom W. Bell, 2018) e impacta positivamente el bienestar de las personas. Puedes aprender sobre esto en más detalle aquí.
Los fundadores de Mariposa, Dan y Katerina Morin, han estado pensando y hablando sobre cómo crear un sistema de estado de derecho por casi una década. Como resultado, a Dan se le ocurrió un sistema policéntrico de gobernanza que parece resolver muchos problemas que se ven en casi todos los países en la actualidad. El sistema de Dan previene casi todos los conflictos políticos más comunes basados en la necesidad de luchar por un modelo que se acomode a todos y permite a cada persona seguir su felicidad de una manera única. Además de generar paz, este sistema elimina la corrupción y tiene integrado un mecanismo que de auto-corrección que mantendrá la mejora continua en las diversas estructuras gubernamentales. Además, cuando empezamos a trabajar en nuestro plan maestro para la Mariposa, para nuestra sorpresa, descubrimos que la base para el modelo de un sistema de gobernanza policéntrico que inventó Dan coincidentemente es muy similar a las ideas de los economistas políticos famosos Vincent Ostrom y Elinor Ostrom (Laureada Nobel) quienes hicieron numerosas contribuciones al campo de las ciencias políticas, economía política, y elección pública.
Los Ostrom creían que la fragmentación de la autoridad entre centros de decisión en una misma jurisdicción, y la superposición de la autoridad jurisdiccional son factores clave para promover el bienestar humano y en un orden político estable. Estos científicos argumentaron que “esta configuración aparentemente ineficiente de las unidades políticas [de los sistemas policéntricos de gobernanza] podrían adquirir mayor eficiencia en la producción y provisión de bienes y servicios públicos, que un gobierno centralizado si estuvieran presentes ciertas características similares al mercado” (K. Carlisle & R. Gruby, 2019).
Ostrom, Tiebout, y Warren (1961) consideraron que el verdadero principio funcional detrás de la policentricidad es el estado de derecho. En el artículo “Policentricidad: De Polanyi a Ostrom, y más allá” los seguidores de los Ostroms Paul D. Aligica y Vlad Tarko elaboraron aún más el concepto de un sistema policéntrico de gobernanza y definieron las condiciones necesarias para la policentricidad, una de las cuales es la compatibilidad de los incentivos o la alineación entre las reglas y los incentivos. Ellos creen que en un sistema de gobernanza policéntrico, las reglas deben ser consideradas como útiles por los agentes sujetos a ellas y las consecuencias de las reglas deben ser relativamente transparentes. Ellos escribieron: “Si no existe una alineación entre las reglas y los incentivos, no sería una instancia de policentricidad incluso si hay una multiplicidad de centros de toma de decisión activamente ejerciendo sus opiniones y preferencias.”
Para asegurar una alineación entre las reglas e incentivos, es importante tener reglas para cambiar las reglas y comprender la relación entre las reglas particulares y las consecuencias de esas reglas en condiciones determinadas. Por lo tanto, “si las condiciones cambiaran y un conjunto particular de reglas no lograran evocar un conjunto de respuestas apropiadas, las reglas pueden ser alteradas para evocar respuestas apropiadas” (Ostrom 1972 en McGinnis 1999, 60). Por lo tanto, antes de escribir alguna regla, explicaremos la intención detrás de la misma. De esta manera, las personas podrán ver si la regla está logrando su cometido por diseño, y si no lo está haciendo, la regla puede cambiarse.
También vale la pena mencionar que de acuerdo con Paul D. Aligica y Vlad Tarko, “el concepto [de policentricidad en la gobernanza] frecuentemente se reconoce como importante”, y puede haber “288 distintos tipos posibles de sistemas policéntricos” (Paul D. Aligica & Vlad Tarko, 2012). Sin embargo, por el momento, no conocemos de ningún modelo policéntrico de gobernanza que se haya implementado en el mundo. Podíamos ser los primeros en lograrlo.